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Menos snacks, más estabilidad
Si sueles picar entre comidas, este consejo también puede ayudarte. Las grasas saludables del aceite de oliva proporcionan una sensación de saciedad duradera, lo que puede reducir los antojos de azúcar o los atracones. Una ayuda discreta para una mejor gestión de la dieta.
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Piel nutrida desde dentro
Los beneficios del aceite de oliva no se limitan al estómago. Gracias a sus potentes antioxidantes (como la vitamina E), ayuda a fortalecer la barrera cutánea y a mantener la piel tersa, luminosa y bien hidratada. En cierto modo, es como aplicar una crema nutritiva… de adentro hacia afuera.
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Apoyo suave para el hígado
A menudo hablamos de desintoxicación , pero pocos saben que el aceite de oliva también beneficia al hígado. Le ayuda a filtrar mejor las toxinas y a limitar la sobrecarga. Para un efecto más potente, algunas personas lo mezclan con unas gotas de limón fresco. Un gesto pequeño, natural, sencillo y accesible.
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