Priorice su corazón, no solo sus calificaciones: Por qué la salud mental de su hijo es lo primero
Seamos sinceros, la crianza moderna es difícil. Miremos por todas partes, alguien presume de las excelentes calificaciones de sus hijos, sus altas calificaciones en los exámenes o su carta de admisión a una universidad de la Ivy League. Pero esta es la verdad que no decimos lo suficiente: la salud mental de tu hijo es más importante que su rendimiento académico.
Sí, las calificaciones importan. Abren puertas. Pero ¿qué pasa si el niño que las respalda se desmorona, se siente abrumado y desconectado? Esa nota sobresaliente pierde su brillo rápidamente cuando el precio es ansiedad, noches de insomnio o, peor aún, depresión enmascarada tras una sonrisa forzada.
La presión es real (y a menudo invisible):

Los niños de hoy están bajo presión constante para rendir, no solo por parte de la escuela, sino también de sus padres, compañeros, redes sociales y la sociedad en general. Celebramos los logros, pero ignoramos las señales emocionales. Cuando un niño dice “Estoy bien”, pero evita el contacto visual o se encierra en su habitación durante horas, no es algo que se pueda ignorar.
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