Las 5 mejores bebidas matutinas para diabéticos

4. Agua con vinagre de sidra de manzana

El agua con vinagre de sidra de manzana es una excelente bebida matutina para los diabéticos. El ácido acético, el principal ingrediente activo del vinagre, tiene muchos beneficios para regular los niveles de azúcar en sangre. Altera las enzimas que descomponen el almidón, ralentizando gradualmente la liberación de azúcar al torrente sanguíneo.

Un estudio publicado en la revista Endocrinology & Metabolism reveló que las personas con diabetes tipo 2 que bebieron una mezcla de agua y vinagre de sidra de manzana en el desayuno tuvieron un nivel de azúcar en sangre entre un 5 % y un 7 % más bajo después de comer. El ácido acético es eficaz para estabilizar los niveles de azúcar en sangre, especialmente cuando se consume por la mañana.
Para realzar el sabor de esta bebida, añada una pizca de edulcorante natural o zumo de limón recién exprimido. Es importante diluir el vinagre: una solución típica es una o dos cucharadas de vinagre en un vaso grande de agua. Debido a la acidez de la bebida, se recomienda beberla con una pajita y enjuagarse la boca después para proteger el esmalte dental. Espere al menos 30 minutos antes de cepillarse los dientes para que la saliva pueda neutralizar la acidez.
5. Té verde

El té verde es una bebida matutina excepcional para diabéticos gracias a su alto contenido en antioxidantes, en particular catequinas como el galato de epigalocatequina (EGCG). Estos antioxidantes mejoran la sensibilidad a la insulina, permitiendo que el cuerpo procese la glucosa con mayor eficiencia. Esto ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y a reducir el riesgo de picos de glucosa.

Un estudio exhaustivo publicado en Annals of Internal Medicine descubrió que las personas que bebían al menos seis tazas de té verde al día tenían un 33 % menos de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Este estudio de cinco años, que incluyó a más de 17 000 participantes, también encontró mejoras en los niveles de azúcar en sangre en ayunas y la sensibilidad a la insulina en diabéticos que bebían té verde regularmente.

 

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