El balance de otras posiciones nocturnas:
De espaldas: Ideal para la alineación de la columna, pero problemático en casos de ronquidos o apnea. Esta posición reduce la oxigenación sanguínea y perjudica la calidad del sueño profundo.
Acostarse boca abajo: La peor opción. Provoca torsión cervical, comprime los órganos digestivos y dificulta la respiración: una combinación ideal para el dolor muscular y la dificultad para despertarse.
Lado derecho: Menos dañino que la posición prona, pero es probable que agrave el reflujo gástrico y sobrecargue la función hepática.
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