Comienza pelando la yuca y cortándola en trozos grandes. Lava los trozos de yuca bajo agua fría para quitarles cualquier residuo de tierra.
Pon los trozos de yuca en una olla grande con agua suficiente para cubrirlos. Agrega sal al agua y lleva a ebullición. Cocina la yuca a fuego medio hasta que esté tierna, lo que puede tomar unos 20-30 minutos.
Una vez que la yuca esté cocida, escúrrela y colócala en un tazón grande. Usa un tenedor o un machacador de papas para triturar la yuca hasta obtener un puré suave y sin grumos.
Agrega el queso rallado al puré de yuca y mezcla bien hasta que esté completamente incorporado.
Toma porciones de la mezcla de yuca y queso y forma bolas o croquetas con las manos. Presiona ligeramente para asegurarte de que estén compactas.
En un plato hondo, bate los huevos. En otro plato, coloca el pan rallado.
Pasa cada bola o croqueta de yuca rellena por el huevo batido y luego por el pan rallado, asegurándote de cubrirlas completamente.
Calienta suficiente aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente, fríe las bolas o croquetas de yuca rellena en lotes, volteándolas ocasionalmente, hasta que estén doradas y crujientes por todos lados.
Retira las yucas rellenas con queso del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Sirve las yucas rellenas calientes como aperitivo o acompañamiento. ¡Disfruta de este delicioso bocado lleno de sabor!
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