¿Te salpicó lejía tu prenda favorita? Aquí tienes la solución…
Basta con un momento de descuido: una gota de lejía, y ahí lo tienes: una camiseta negra o unos vaqueros oscuros con una mancha blanca persistente. A menudo pensamos que no tiene arreglo, que la tela está irreparablemente dañada. Y, sin embargo, existen soluciones sorprendentes, naturales y accesibles que no solo reducen estas marcas, sino que a veces incluso las hacen desaparecer.
Si pensabas que solo quedaba relegar esta prenda al rango de “ropa de casa”, te espera una grata sorpresa. Dos métodos suaves, ecológicos y eficaces pueden devolverle a tu ropa su aspecto original… o casi.

Método 1: La combinación de vinagre blanco y bicarbonato de sodio:
Este dúo, tan conocido en la limpieza del hogar, también tiene un potencial insospechado contra las manchas de lejía. Además de ser seguro para la mayoría de las telas, ayuda a desvanecer las zonas decoloradas y a revitalizar el color general de la prenda.
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