Ingredientes:
2 paquetes de mezcla de salsa de pollo
1 lata de 10 onzas de crema de pollo condensada
1 lata de agua (use la lata vacía de crema de pollo para medir)
2 dientes de ajo, picados
½ cucharadita de pimentón
Sal y pimienta para probar
2 libras de pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
Direcciones:
Prepare la base de sopa: En su olla de cocción lenta, combine la crema de pollo condensada, el ajo picado, el pimentón, la sal y la pimienta. Agrega una lata de agua y bate hasta que la mezcla esté suave y homogénea.
Agregue la mezcla de salsa: agregue los paquetes de mezcla de salsa de pollo hasta que estén completamente incorporados y suaves.
Agregar pollo: Coloque las pechugas de pollo en la olla de cocción lenta, asegurándose de que queden sumergidas en la mezcla de sopa. Siéntase libre de sazonar las pechugas de pollo con un poco más de sal y pimienta antes de agregarlas si lo desea.
Cocinar: Cubra la olla de cocción lenta y déjela cocinar a fuego lento durante 6 a 7 horas. El pollo debe estar tierno y completamente cocido cuando esté listo.
Triture y sirva: Use dos tenedores para desmenuzar las pechugas de pollo directamente en la olla de cocción lenta. Agrega el pollo desmenuzado a la salsa hasta que esté bien combinado. Servir caliente.
Sugerencias de servicio:
Este pollo con salsa es delicioso por sí solo, pero realmente brilla cuando se sirve junto con una cama de arroz esponjoso y vegetales asados simples como zanahorias, brócoli o coles de Bruselas. El arroz absorbe la rica salsa, haciendo de cada bocado una combinación perfecta de sabores y texturas.
Consejos:
Variación: para obtener una salsa más cremosa, puede agregar un chorrito de crema espesa o crema agria en los últimos 30 minutos de cocción.
Hágalo más saludable: sustituya la crema condensada de sopa de pollo por una versión casera baja en sodio para reducir el contenido de sal y conservantes del plato.
Almacenamiento: Las sobras se pueden almacenar en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 3 días o congelarse hasta por 3 meses. Descongelar durante la noche en el refrigerador y recalentar suavemente en la estufa o en el microondas.
Este pollo con salsa de cocción lenta es un testimonio de la magia de la cocción lenta, donde un puñado de ingredientes se puede transformar en una comida fácil de preparar y profundamente satisfactoria. Disfrute de la combinación de pollo tierno y salsa sabrosa que seguramente se convertirá en una preciada adición a su rotación de cenas entre semana.