Si bien no existe cura ni una forma segura de prevenir los brotes, una rutina de cuidado de la piel eficaz puede reforzar la resistencia de la piel a la inflamación.
El tratamiento más convencional para el eczema dishidrótico son las cremas, que probablemente incluyan cremas o ungüentos con corticosteroides o una inyección o píldora recetada.
Existe cierto desacuerdo sobre la terminología exacta y las definiciones, pero esta afección también se conoce como ponfólix, dermatitis vesicular aguda y recurrente de las manos, eczema palmoplantar agudo, eczema vesicular endógeno, queiropomfólix (cuando afecta las manos), podopomfólix o pedopomfólix (cuando afecta los pies) y queiropodopomfólix.
Por supuesto, no todas las inflamaciones de la piel están relacionadas con este tipo de eczema, por lo que antes de comenzar el tratamiento asegúrese de tener un diagnóstico adecuado.
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