Jugo de Limón: La brillante acidez del jugo de limón fresco aporta una explosión de frescura cítrica a nuestra ensalada, despertando las papilas gustativas y animando el paladar. Su sabor picante atraviesa la riqueza del aceite de oliva, creando un equilibrio armonioso de sabores.
Ajo: Dos dientes de ajo picado le dan al aderezo un sabor sutil pero distintivo, agregando profundidad y complejidad a cada bocado. Conocido por sus cualidades aromáticas, el ajo le da un toque sabroso a la ensalada, elevándola a nuevas alturas de deleite culinario.
Hierbas frescas: una mezcla de perejil fresco y albahaca aporta una explosión de frescura aromática a nuestra ensalada, impartiendo un sabor fresco del jardín que canta con cada bocado. Picadas finamente y espolvoreadas generosamente, estas hierbas aromáticas añaden un toque de brillo y vitalidad al plato.
Queso parmesano (opcional): Para aquellos que buscan una capa extra de indulgencia, el queso parmesano rallado proporciona un contrapunto cremoso y salado a las verduras crujientes y al aderezo picante. Su rico sabor y textura aterciopelada elevan la ensalada a una experiencia verdaderamente lujosa, perfecta tanto para ocasiones especiales como para reuniones informales.
Método de preparación:
Comience lavando y secando los calabacines y las calabazas amarillas, eliminando la suciedad o los restos. Con un cuchillo afilado o una mandolina, corte las verduras en rodajas finas y deseche los extremos.
En un tazón grande, combine los calabacines en rodajas y las calabazas amarillas. Rocíe con aceite de oliva y espolvoree con sal y pimienta negra al gusto. Mezcle suavemente para cubrir las verduras uniformemente con el condimento.
En un tazón pequeño, mezcle el jugo de limón, el ajo picado, el perejil picado y la albahaca picada para crear el aderezo. Vierta el aderezo sobre las verduras y revuelva hasta que queden bien cubiertas.
Si lo usa, espolvoree el queso parmesano rallado sobre la ensalada y revuelva nuevamente para distribuir uniformemente.
Deje marinar la ensalada en el refrigerador durante al menos 30 minutos para permitir que los sabores se mezclen y las verduras se ablanden un poco.
Justo antes de servir, dale una última vuelta a la ensalada para redistribuir el aderezo y decora con hierbas picadas adicionales, si lo deseas. Sirva frío y disfrute de la vibrante mezcla de sabores que le espera en cada bocado.
Conclusión:
En conclusión, nuestra ensalada de calabacín y calabaza ofrece una sinfonía de sabores que celebra la belleza de los ingredientes frescos de temporada. Desde el crujiente crujiente de los calabacines y las calabazas amarillas hasta el sabor picante del aderezo de limón, cada elemento de esta ensalada contribuye a una experiencia culinaria que es a la vez satisfactoria y vigorizante. Ya sea que la disfrutes como un almuerzo ligero, una guarnición refrescante o un complemento vibrante para cualquier comida, esta ensalada seguramente deleitará tu paladar y te dejará con ganas de más. Así que reúne tus ingredientes, abraza la simplicidad de la generosidad del verano y saborea la vibrante mezcla de sabores que te espera en cada bocado de este plato irresistible.
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