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Pasemos ahora a la preparación del Rizzuole siciliano. Primero prepara uno bastante seco, después del cual podrás leer haciendo clic. Es preferible prepararlo el día anterior, para que el ragú quede más compacto.
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Para preparar la masa, coloca la harina en el bol de la batidora. Agrega el azúcar, la pizca de sal y la leche tibia y empieza a amasar. Agrega la mantequilla cortada en trozos pequeños y los huevos. Desmenuza la levadura y añádela a la masa y deja actuar hasta que se mezcle, es decir, envuelta en el gancho amasador. La masa quedará un poco blanda.
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Espolvorea un poco de harina sobre la tabla de repostería y coloca la masa. Trabájelo un poco con las manos y luego divídalo en trozos que pesen aproximadamente entre 60 y 65 gramos, formando panes que dejarán leudar lejos de las corrientes de aire. Un pequeño trozo de masa hay que considerarlo por separado, ya que con él se formará la bola que irá encima de cada rizzuola. Lo ideal es dejarlas reposar en el horno con la luz encendida y el horno apagado.
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Una vez que las bolitas hayan duplicado su volumen, poner un poco de harina sobre la tabla de repostería y extenderlas con un rodillo, de forma que se forme un disco de 2-3 milímetros de grosor. Colocar una cucharada de ragú en el centro de cada disco y cerrar las solapas externas, llevándolas hacia el centro y apretándolas bien, para que la pasta se pegue. Tenga cuidado de que no se derrame la salsa, de lo contrario la pasta no se pegará.
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Del trozo que se habría utilizado para hacer el “tuppo” del rizzuole, se obtienen muchas bolitas, que se colocarán en el centro de cada pan relleno, después de haberlo mojado en el punto donde se colocará y se presionará. un poco para que se pegue mejor.
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Dejar reposar media hora más. Coloca una sartén con el aceite al fuego y caliéntalo, pero no en exceso, de lo contrario el rizzuole se cocinará inmediatamente por fuera y quedará crudo por dentro. En un plato batir el huevo con cuidado coger la rizzuola y colocarla en una mano. Pincelarlo con huevo y espolvorearlo con pan rallado. Colóquelo con cuidado en el aceite caliente y déjelo cocinar hasta que esté dorado. Retíralo con una espumadera y colócalo sobre una hoja de papel absorbente para escurrir el exceso de aceite. Continúe así con los demás también.
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El rizzuole siciliano frito se debe disfrutar caliente o tibio. Si es necesario se pueden recalentar en el horno durante unos minutos para conseguir que recuperen toda su suavidad. ¡Disfrute de su comida!