Sí, incluso si ninguno de sus padres tiene el tipo O en su tarjeta de grupo sanguíneo , su hijo podría tenerlo. Porque cada padre ha transmitido un O presente en sus genes. ¡Es como encontrar un tesoro olvidado en el ático de tus antepasados!
Y si no es genética ¿entonces qué?

En casos muy raros, una prueba de grupo sanguíneo inexacta puede dar resultados sorprendentes . Un simple análisis de sangre puede ser suficiente para aclarar cualquier duda. En ocasiones, ciertas afecciones médicas también pueden interferir con los resultados (por ejemplo, después de una transfusión importante).
Y, por supuesto, en casos delicados pueden surgir cuestiones más profundas, como la filiación. Pero antes de sacar conclusiones precipitadas , siempre es mejor hablarlo con calma con un profesional de la salud.
¿Realmente deberíamos preocuparnos?
En la gran mayoría de los casos , no. Tener un hijo con un tipo de sangre diferente al tuyo es completamente natural y no afecta tu salud diaria. Lo más importante es conocer tu propio tipo de sangre (y el de tus seres queridos), especialmente para transfusiones o, en caso de un futuro embarazo, para controlar tu factor Rh.
Si la madre es Rh negativa y el bebé es Rh positivo, un seguimiento médico adecuado puede prevenir cualquier complicación. Con un seguimiento sencillo, todo marcha perfectamente.
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