Probablemente hayas visto videos virales donde la gente extrae filamentos sebáceos y les resulta satisfactorio. Sin embargo, los profesionales del cuidado de la piel lo desaconsejan encarecidamente. Estas estructuras forman parte del proceso natural de la piel. Apretarlos o extraerlos podría eliminar el sebo temporalmente, pero el poro se volverá a llenar en pocas semanas. Peor aún, la presión o el pellizco excesivos pueden provocar piel agrietada, cicatrices, inflamación y daños a largo plazo.
En lugar de eliminarlos, concéntrate en mantener una piel sana. Usar productos con ingredientes como ácido salicílico, alfahidroxiácidos, retinol, azufre o arcilla puede ayudar a reducir la acumulación de grasa y minimizar la apariencia de los poros. Pero no esperes que desaparezcan por completo; están ahí para siempre.
¿Qué pasa con tendencias como el “skin gritting”?

Quizás hayas oído hablar del “skin gritting”, un proceso de varios pasos que incluye limpieza con aceite, ácidos exfoliantes y mascarillas de arcilla, seguido de un masaje facial intenso para extraer puntos negros y filamentos. Si bien esto puede dar la impresión de poros más limpios, los dermatólogos afirman que la mayor parte de la “skin gritting” que se ve probablemente sea producto sobrante, no acumulación de piel. Además, excederse puede irritar la piel, dilatar los poros y empeorar la situación con el tiempo.
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