1. Huevo duro: Una proteína de alto valor biológico
Los huevos son una fuente completa de proteínas, ricos en aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para reparar y desarrollar el tejido muscular. Comer un huevo duro antes de acostarse ayuda a mantener una ingesta adecuada de proteínas durante la noche, promoviendo la regeneración celular y manteniendo la masa muscular.
Modo de empleo:
Consúmelo como un pequeño refrigerio una hora antes de acostarte, añadiendo opcionalmente tostadas integrales o verduras tiernas.
Recetas saludables
2. Kiwi: Pequeño pero poderoso
El kiwi no solo es una gran fuente de vitamina C, sino que también contiene antioxidantes y serotonina natural, que contribuyen a un sueño profundo y reparador. Además, su contenido de potasio y magnesio ayuda a prevenir los calambres y la tensión muscular nocturna.
Modo de empleo:
Come uno o dos kiwis como postre en la cena o como un refrigerio ligero por la noche. Esto te ayudará a dormir mejor y a preparar tu cuerpo para la recuperación durante el descanso.
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