Función: El calcio es vital para desarrollar huesos y dientes fuertes, la salud del corazón, la coagulación de la sangre y la función muscular.
Requerimiento diario: Más de 1000 miligramos. Los niños pueden necesitar más durante el desarrollo óseo.
Fuentes: Productos lácteos como leche, queso y yogur, verduras de hojas verdes (excepto las espinacas, cuyo calcio no se absorbe bien).
Magnesio para la salud ósea general
Función: El magnesio favorece la salud de los músculos, huesos, nervios y niveles de azúcar en sangre. Una deficiencia puede aumentar el riesgo de diabetes y osteoporosis.
Requerimiento diario: 300-400 mg, con dosis potencialmente más altas para mujeres embarazadas.
Fuentes: Abunda en alimentos como el jengibre, los plátanos, las verduras de hojas verdes, las nueces, las semillas y los cereales integrales.
Vitamina K para el mantenimiento de los huesos
Función: Crucial para la formación y el mantenimiento de los huesos, la vitamina K también ayuda a regular la coagulación sanguínea y prevenir la osteoporosis.
Requerimiento diario: Equivale a su peso en kilogramos (por ejemplo, 80 kg de peso requieren 80 microgramos).
Fuentes: La vitamina K1 se encuentra en la col rizada, las uvas, el brócoli, el repollo, la lechuga y los arándanos. Las fuentes de vitamina K2 incluyen lácteos, cerdo, ternera, pollo y yema de huevo.
La incorporación de estas vitaminas a su dieta diaria puede contribuir significativamente a tener huesos más fuertes. Recuerde, si bien la nutrición es clave, siempre se recomienda consultar con un profesional de la salud para obtener asesoramiento personalizado.
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