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Pan helado de plátano y calabacín: una delicia deliciosamente húmeda y dulce

1. Prepare los calabacines y los plátanos: comience ajustando el horno a 350 °F (175 °C) y engrasando un molde para pan. Triture los calabacines grandes y triture los plátanos maduros, luego déjelos a un lado.

2. Mezcle los ingredientes húmedos: En un tazón grande, combine la mantequilla sin sal derretida con el azúcar granulada, revolviendo hasta que esté bien mezclado. Agrega el extracto puro de vainilla y el huevo grande, mezclando bien. Agrega el puré de plátanos y el calabacín rallado hasta que esté bien incorporado.

3. Combine los ingredientes secos: en un recipiente aparte, mezcle la harina para todo uso, el bicarbonato de sodio, la canela molida y una pizca de sal. Incorpora lentamente la mezcla seca a los ingredientes húmedos, revolviendo suavemente hasta que se mezclen. Tenga cuidado de no mezclar demasiado para mantener el pan ligero y tierno.

4. Hornee el pan: Transfiera la masa al molde para pan engrasado, asegurándose de esparcirla uniformemente. Colócalo en el horno precalentado y hornea durante 55-60 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro éste salga limpio. Deje que el pan se enfríe en el molde durante unos 10 minutos antes de pasarlo a una rejilla para que se enfríe por completo.

5. Prepara el glaseado: Mientras el pan se enfría, prepara el glaseado combinando la leche y el extracto puro de vainilla en un tazón pequeño. Agregue gradualmente el azúcar en polvo, batiendo hasta que la mezcla esté suave y ligeramente espesa.

6. Hielo el pan: Una vez que el pan esté completamente frío, rocíe el glaseado de vainilla por encima, permitiendo que caiga en cascada por los lados para obtener un acabado atractivo. Deje que el glaseado se asiente durante unos minutos antes de cortarlo y servirlo.

Conclusión
Este pan helado de plátano y calabacín es una maravillosa fusión de sabores y texturas, que combina las bondades saludables del calabacín con la rica dulzura de los plátanos y un delicioso glaseado de vainilla. Es una excelente manera de utilizar los plátanos demasiado maduros y el excedente de calabacín, lo que da como resultado una delicia deliciosa y algo nutritiva. Disfrute de una porción con su café de la mañana, como merienda o incluso como postre. Este pan seguramente impresionará tanto a familiares como a amigos, lo que lo convierte en una deliciosa adición a su repertorio de repostería.

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