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Masa de pizza casera fácil y rápida

En un bol pequeño, mezcla el agua tibia con el azúcar. Espolvorea la levadura seca sobre el agua y déjala reposar hasta que la mezcla burbujee, aproximadamente de 5 a 10 minutos.
En un tazón grande, mezcle la harina y la sal. Hacer un hueco en el centro y agregar la mezcla de levadura activada y el aceite de oliva.
Comienza a mezclar los ingredientes con una cuchara de madera o una espátula hasta que la masa comience a unirse. La receta tiene 2 páginas. Puedes consultar el resto de la receta usando el botón a continuación.

Transfiera la masa a una superficie ligeramente enharinada y amase hasta que quede suave y elástica, aproximadamente de 8 a 10 minutos. Si la masa queda demasiado pegajosa, añade un poco más de harina.
Forme una bola con la masa y colóquela en un bol ligeramente engrasado. Cubre el recipiente con una toalla limpia o film transparente y deja reposar la masa en un lugar cálido durante aproximadamente 1 a 2 horas, o hasta que haya duplicado su tamaño.
Una vez que la masa haya aumentado de tamaño, precalienta el horno a la temperatura más alta posible (normalmente entre 220 y 250 °C).

Voltee ligeramente la masa para desgasificarla y luego colóquela sobre una superficie enharinada. Estírala con las manos o utiliza un rodillo,
para darle la forma deseada.
Transfiera la masa estirada a una bandeja para hornear enharinada o a una piedra para pizza.
Agregue sus ingredientes favoritos para la pizza: salsa de tomate, queso, verduras, carne, etc.
Hornee la pizza en el horno precalentado durante unos 10 a 15 minutos o hasta que la corteza esté dorada y crujiente y el queso burbujee y se derrita.
Saca la pizza del horno, deja que se enfríe un poco, córtala y ¡a disfrutar!
Recuerda que esta es una receta básica y puedes adaptarla a tus preferencias añadiendo hierbas, especias u otros ingredientes a la masa. ¡Disfrutar!

Continúa en la siguiente página

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