* Personas con enfermedades cardiovasculares graves:
Se debe limitar el consumo de huevos a 2 o 3 por semana, distribuidos en varios días, y evitar condimentarlos demasiado o freírlos.
Consejo del experto: cambia la yema por la clara
Para minimizar los riesgos, los nutricionistas recomiendan usar solo la clara de huevo, rica en proteína de alta calidad (albúmina) y extremadamente baja en colesterol. Quienes deseen una ingesta diaria de proteínas sin grasa añadida pueden considerar alternativas como la pechuga de pollo sin piel, la soja, las lentejas o el tofu.
La nutrición no lo es todo: el estilo de vida también importa
Mantener la salud cardiovascular no se limita a reducir el consumo de yemas. Los médicos enfatizan la importancia de un estilo de vida equilibrado, junto con cambios en la dieta. Las recomendaciones clave incluyen:
– Reducir la ingesta de carnes rojas, alimentos fritos y grasas saturadas.
– Utilice aceites saludables para el corazón, como aceite de oliva o aceite de canola, en lugar de mantequilla o manteca de cerdo.
– Incorpore alimentos ricos en fibra como cereales integrales, verduras de hoja verde, frutas frescas y legumbres.
– Evite las grasas trans, los azúcares refinados y los snacks ultraprocesados.
– Haga ejercicio regularmente, deje de fumar, mantenga un peso saludable y limite el consumo de alcohol.
Los huevos siguen siendo beneficiosos, pero solo si se consumen adecuadamente
Para las personas sanas, consumir de 3 a 7 huevos a la semana generalmente se considera seguro. Sin embargo, para quienes tienen afecciones preexistentes como diabetes, cardiopatías o trastornos lipídicos, es recomendable consultar con un profesional de la salud para ajustar el consumo de huevos adecuadamente.
La clave no es eliminar los huevos por completo, sino comer con prudencia, moderar las porciones y tomar decisiones informadas. Sustituir las yemas por claras y combinar los huevos con una dieta equilibrada puede proteger el corazón y ayudar a prevenir complicaciones graves en el futuro.
Nunca subestimes el impacto de un hábito diario. Lo que parece inofensivo, como un simple huevo cocido, podría estar contribuyendo silenciosamente a riesgos para la salud a largo plazo si no se gestiona con consciencia y moderación.
Continúa en la siguiente página
ADVERTISEMENT