Si se despierta empapado en sudor y necesita cambiarse de ropa de cama o de ropa sin motivo aparente (sin fiebre, temperatura ambiente normal), necesita atención especial.
Según el Dr. Kierzek, la sudoración nocturna intensa puede ser uno de los primeros signos de ciertos tipos de cáncer, como linfomas, ciertas leucemias o tumores neuroendocrinos. Estas enfermedades se desarrollan de forma silenciosa al principio, lo que dificulta la detección de sus síntomas.
Por supuesto, también existen otras causas, como la menopausia o una enfermedad específica. Sin embargo, si estos episodios se producen durante varias noches seguidas sin motivo aparente, lo mejor es consultar con su médico.
Dolor óseo nocturno: Preste atención a la ubicación
El segundo síntoma al que debe prestar atención es el dolor óseo nocturno. No se trata de molestias benignas debidas a la edad o a una mala postura, sino de un dolor que se presenta principalmente al final de la noche, que no desaparece al cambiar de posición y que se localiza en ciertas zonas como la pelvis, la columna vertebral o las piernas (especialmente los muslos).
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