Una madre estaba preparando la cena para su familia en Irving, Texas. Mientras lavaba la pechuga de pollo que compró en Aldi, sucedió algo inesperado.
El pollo comenzó a separarse en trozos fibrosos, parecidos a espaguetis. Sorprendida por esta extraña vista, tomó una foto y la compartió en Facebook.
En su publicación, la mamá expresó su desconcierto, sugiriendo que podría tratarse de carne falsa. Esta publicación rápidamente se volvió viral y generó una conversación entre los internautas.
Algunos especularon que el pollo podría haber sido impreso en 3D o cultivado en un laboratorio, mientras que otros lo descartaron como falso. Una persona ofreció una explicación más plausible, atribuyéndola a la práctica de alimentar a los pollos con hormonas de crecimiento para hacerlos crecer más rápido.
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