El aceite de oliva y el limón tienen propiedades desintoxicantes que ayudan a limpiar el organismo y eliminar toxinas, potenciando el funcionamiento del hígado y la vesícula biliar. Un remedio ideal para esos días en los que nos sentimos pesados e hinchados por ingerir demasiada comida.
Reduce el dolor articular.
Si tomas una cucharada de aceite de oliva con limón cada mañana en ayunas reducirás los dolores localizados en las articulaciones, por ejemplo, los dolores reumáticos o los causados por la artrosis, ya que minimiza el daño oxidativo en las articulaciones debido a su gran efecto anti -propiedades inflamatorias. -inflamatorio. Sin duda una gran alternativa a la toma de medicamentos.
Ayuda a combatir el colesterol.
El aceite de oliva es rico en grasas saludables que regulan los lípidos en sangre, previniendo la formación de placas en las arterias, reactivando nuestra circulación y ayudando a eliminar el colesterol perjudicial para nuestra salud.
Mejora la circulación.
La combinación de aceite de oliva y limón tomada a diario mejora la circulación sanguínea, previniendo la obstrucción de los vasos sanguíneos y la aparición de las temidas varices.
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