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¡En serio, el bocadillo más fácil y sabroso jamás creado!

2 rebanadas de tu pan favorito (blanco o integral funcionan muy bien)
2 cucharadas de mantequilla de maní cremosa
2 cucharadas de gelatina de uva o fresa
1 huevo grande
1/4 taza de leche
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
Mantequilla para freír
Azúcar en polvo para espolvorear (opcional)
Instrucciones
1. Unte la mantequilla de maní en una rebanada de pan y la gelatina en la otra. Presione las rebanadas para formar un sándwich.
2. En un plato llano, mezcle el huevo, la leche y el extracto de vainilla.
3. Derrita una cantidad generosa de mantequilla en una sartén a fuego medio.
4. Sumerja el sándwich rápidamente en la mezcla de huevo, asegurándose de que ambos lados estén bien cubiertos.
5. Coloque el sándwich en la sartén caliente y fríalo hasta que esté dorado, aproximadamente 2-3 minutos por lado.
6. Retirar de la sartén y, si lo desea, espolvorear con azúcar en polvo antes de servir.
Variaciones y consejos
Puedes personalizar tu sándwich de mantequilla de maní frita y mermelada de varias formas deliciosas. Cambie la tradicional gelatina de uva por frambuesa o mora para darle un toque ácido. Para darle un toque extra decadente, agregue una pizca de canela a la mezcla de huevo o use mantequilla de almendras en lugar de mantequilla de maní. Para aquellos que adoran un poco más de dulzura, una fina capa de Nutella o una pizca de mini chispas de chocolate en el sándwich pueden convertirlo en un postre inolvidable.

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