La lejía es un potente limpiador, pero ¿de qué está hecha? El ingrediente activo de la lejía de uso doméstico es el hipoclorito de sodio, que se deriva de la sal. Durante el proceso de lavado, aproximadamente el 95-98% de la lejía de uso doméstico se descompone rápidamente en sal oxidada. La lejía es un producto químico que devuelve el brillo a nuestra ropa en detrimento del medio ambiente.
El uso de lejía también puede suponer numerosos riesgos para la salud, especialmente para los niños, cuando se utiliza en el hogar.
Por lo tanto, lo ideal sería utilizar una alternativa natural.
4 trucos naturales para blanquear tu ropa sin lejía
Para eliminar el blanqueador de tu ropa puedes utilizar uno de estos productos:
Vinagre blanco: Este truco es de gran ayuda si quieres deshacerte de las manchas y la suciedad pero también si buscas un excelente suavizante de telas totalmente natural. Tiene un 80% de efectividad contra virus y bacterias del moho, por lo que es una excelente opción para un desinfectante natural.
Bicarbonato de sodio: es sumamente barato y la gran propiedad es que da brillo a la ropa. También es conocido por suavizar la ropa y desodorizar.
Jugo de limón: un producto natural sencillo capaz de limpiar y dar blancura a la ropa. Agrega aproximadamente una taza de jugo de limón a tu ropa para devolverle la vida a tus prendas.
Leche: la leche tiene un gran poder blanqueador y es ideal para prendas delicadas como el algodón.
Como habrás notado, estas son cuatro formas muy sencillas de devolverle un color blanco perfecto a tu ropa, sobre todo si no quieres usar lejía o te das cuenta de que se acabó y necesitas blanquear y lavar ropa blanca con urgencia.
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