Peligros para la salud que podrías pasar por alto
Incluso los gatos más limpios pueden ser portadores de organismos y alérgenos que suponen un riesgo para la salud humana.
Infecciones zoonóticas: Los gatos pueden transmitir enfermedades como la enfermedad por arañazo de gato (que puede causar fatiga y fiebre), toxoplasmosis (especialmente riesgosa para mujeres embarazadas e individuos inmunodeprimidos), infecciones fúngicas como la tiña e infecciones parasitarias como anquilostomas o tenias.
Parásitos: Las pulgas y las garrapatas pueden llegar a su ropa de cama, incluso de gatos tratados con productos preventivos, lo que podría desencadenar infestaciones o enfermedades como la rickettsiosis.
Alérgenos: Los gatos producen una proteína llamada Fel D1 que se encuentra en su saliva y piel, y que puede provocar estornudos, tos, congestión e incluso asma tanto en individuos alérgicos como en individuos previamente no alérgicos.
Sueño interrumpido
A pesar de su comportamiento tranquilo, los gatos son naturalmente nocturnos y a menudo se vuelven juguetones o inquietos por la noche.

Si su mascota camina por su cama, le da zarpazos en la cara o ronronea ruidosamente en la madrugada, es probable que la calidad de su sueño se vea afectada. La interrupción del descanso puede provocar cansancio diurno, cambios de humor y menor productividad.
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