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Dile adiós a los vasos rayados con este sencillo truco: ¡vaselina al rescate!


Aplque vaselina: una vez que sus anteojos estén limpios y secos, aplique una pequeña cantidad de vaselina en las áreas rayadas de los lentes usando un paño limpio y suave o con la yema del dedo. Asegúrate de aplicar la vaselina en una capa fina y uniforme, centrándote en las zonas donde los rayones son más visibles.
Pula las lentes: con un paño limpio y seco, pula suavemente las lentes con movimientos circulares para esparcir la vaselina de manera uniforme y aplicarla en los rayones. Continúe puliendo hasta que la vaselina ya no sea visible en las lentes y éstas luzcan claras y suaves.
Limpie el exceso: después de pulir, use un paño de microfibra limpio para limpiar el exceso de vaselina de las lentes. Es posible que tengas que repetir este paso varias veces para asegurarte de que se eliminen todos los restos de vaselina y que los lentes estén completamente transparentes.
Disfruta de una visión clara: una vez que hayas eliminado el exceso de vaselina, vuelve a ponerte las gafas y ¡maravíllate con la diferencia! Los rayones deberían ser significativamente menos notorios, si no completamente invisibles, lo que le permitirá disfrutar de una visión clara y nítida una vez más.
Siguiendo estos sencillos pasos, podrás eliminar eficazmente los rayones de tus anteojos usando nada más que vaselina y un poco de esfuerzo. Di adiós a la visión distorsionada y hola a las lentes transparentes y sin rayones con este sorprendente y efectivo truco. Entonces, ¿por qué no intentarlo y ver la diferencia por ti mismo? ¡Te sorprenderá lo fácil y efectivo que es!

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