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¡Después de probar esto, mi esposo se negó a dejarme pedir comida para llevar!

– 1 libra de pechuga de pollo, cortada en trozos pequeños
– 2 cucharadas de aceite vegetal
– 4 dientes de ajo picados
– 1 pulgada de jengibre rallado
– 1 pimiento rojo cortado en tiras
– 1 pimiento verde cortado en tiras
– ½ taza de maní tostado sin sal
– 2 cebollas verdes cortadas en rodajas
Para la salsa:
– 1/4 taza de salsa de soya
– 1 cucharada de maicena
– 2 cucharadas de salsa hoisin
– 1 cucharada de azúcar morena
– 1 cucharadita de granos de pimienta de Szechuan triturados (ajustar al gusto)
– 1/2 cucharadita de hojuelas de pimiento rojo triturado (ajustar al gusto)
– 1/3 taza de caldo de pollo o agua
Instrucciones
1. En un tazón pequeño, mezcle todos los ingredientes de la salsa hasta que la maicena y el azúcar se disuelvan por completo. Dejar de lado.
2. Calienta una sartén grande o un wok a fuego medio-alto y agrega el aceite vegetal.
3. Agregue los trozos de pollo y saltee hasta que estén dorados y bien cocidos, generalmente entre 5 y 7 minutos.
4. Agrega el jengibre y el ajo al pollo y saltea por un minuto más hasta que esté fragante. ¡Oh, cómo me encanta ese olor!
5. A continuación, echa los pimientos morrones y sofríe durante unos 3 minutos; Deben estar tiernos pero aún crujientes.

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