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Delicias simples: pan plano con espinacas y cebolla verde

En un tazón espacioso, mezcle agua tibia, sal y un huevo hasta que estén bien mezclados.
Introduzca poco a poco la harina en la mezcla de ingredientes húmedos, revolviendo constantemente con una cuchara de madera hasta que tome forma una masa suave.
Transfiera la masa a una superficie ligeramente enharinada y amásela diligentemente durante aproximadamente 5 a 7 minutos, o hasta que adquiera una consistencia suave y flexible.
Regrese la masa amasada al tazón, colóquela debajo de un paño de cocina impecable y déjela reclinar durante un lapso de 30 minutos a 1 hora, lo que le permitirá fermentar y absorber sabores.
Una vez que la masa se haya deleitado en su reposo, divídela en segmentos uniformes y dale forma esférica a cada porción.
Aplana cada bola de masa en discos circulares, con el objetivo de lograr un grosor de aproximadamente 1/4 de pulgada.
En un sartén calentado a fuego medio, licúa una cucharada de mantequilla. Introduzca las rodajas de masa aplanadas en la sartén y cocínelas durante aproximadamente 2-3 minutos por cada lado, o hasta que adquieran un tono dorado resplandeciente y muestren signos de cocción completa.
Mientras se cocinan los panes planos, forme el relleno: en una sartén aparte, derrita la mantequilla a fuego medio. Introduce las cebollas verdes picadas y las espinacas en la mantequilla derretida, junto con la sal y el pimiento rojo. Saltee la mezcla hasta que las verduras estén tiernas y exudan un aroma fragante, lo que normalmente requiere de 3 a 4 minutos.
Una vez que los panes planos hayan alcanzado la perfección culinaria, sáquelos de la sartén y colóquelos con buen gusto en una fuente para servir.
Distribuya generosamente las cebollas verdes y las espinacas salteadas sobre cada pan plano, asegurando una cobertura uniforme.
Sirva los panes planos calientes, acompañados de una provisión opcional de mantequilla derretida para untar, si desea darle un toque adicional de indulgencia.
Conclusión:
Cuando damos el primer bocado a nuestro pan plano casero con espinacas y cebollas verdes, somos transportados a un mundo de calidez y comodidad, donde reinan los placeres simples de la buena comida y la buena compañía. Desde la corteza dorada hasta la miga tierna, cada bocado es un testimonio del placer de la cocina casera y el poder de los ingredientes saludables. Entonces, la próxima vez que se te antoje algo delicioso y reconfortante, no busques más, esta deliciosa receta de pan plano; seguramente se convertirá en un favorito en tu cocina en los años venideros.

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