Los síntomas pueden variar, pero algunos deben considerarse señales de alerta: dolor persistente en las piernas, hormigueo, pérdida de fuerza, dificultad para caminar, dolor lumbar crónico o problemas de esfínteres. En casos más avanzados, esto puede provocar incontinencia.
La vigilancia es esencial para mujeres embarazadas, personas mayores de 50 años o personas con ocupaciones físicas. Es fundamental consultar con un médico en cuanto aparezcan estos signos.
Cuando la tecnología alivia el dolor
Continúa en la siguiente página
ADVERTISEMENT