Preparación:
1. En un bol grande, mezcla el coco rallado, la leche condensada, la esencia de vainilla y una pizca de sal. La masa resultante debe quedar pegajosa y fácil de moldear.
2. Lávate las manos y sécalas bien. Esto evitará que la mezcla se pegue demasiado a tus manos mientras formas las bolitas.
3. Toma pequeñas porciones de la mezcla y enróllalas entre tus manos hasta formar bolitas del tamaño que desees. Puedes hacerlos del tamaño de una nuez o más grandes, según tu preferencia.
4. Si lo deseas, puedes rebozar las bolitas en azúcar glas para darle un toque dulce y decorativo. Esto es opcional, ya que las bolitas de coco ya quedan naturalmente dulces gracias a la leche condensada.
5. Coloca las bolitas de coco en una bandeja o plato cubierto con papel encerado o papel de horno para evitar que se peguen.
6. Refrigere las bolas de coco durante al menos 30 minutos antes de servir. Esto ayudará a que se endurezcan un poco y serán más fáciles de manejar.
¡Y eso es todo! Ahora ya tienes unas ricas bolitas de coco listas para disfrutar. Puedes guardarlos en el refrigerador en un recipiente hermético si no los usas todos de inmediato. ¡Disfrutar!
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