- Primero preparamos un molde para bizcocho de 16 cm y lo engrasamos bien con mantequilla por el fondo y los lados.
- Corte papel pergamino a las dimensiones del fondo del molde y colóquelo, luego corte papel pergamino a las dimensiones de los bordes del molde y envuélvalo también.
- Precalienta el horno a 180 grados centígrados antes de comenzar.
- En un bol mezclar la vainilla, la sal, el aceite y la leche, luego reservar.
- En un bol pequeño añade las claras y empieza a batirlas con una batidora eléctrica a velocidad baja hasta que se formen burbujas en la superficie.
- Agrega poco a poco el azúcar sin dejar de batir durante varios segundos después de cada adición, luego aumenta la velocidad de batido hasta obtener una mezcla blanca con una textura cremosa, parecida a una espuma, sin dejar vetas verticales al retirar la batidora.
- Agrega las yemas de huevo y mezcla suavemente con una batidora de mano hasta que las claras y las yemas estén bien incorporadas.
- Tamiza la harina sobre la mezcla y mezcla suavemente hasta que los ingredientes estén bien combinados.
- Toma dos cucharadas de la mezcla del bizcocho y agrégala a la mezcla de aceite, leche y vainilla previamente preparada, luego mezcla bien hasta que todo esté bien incorporado, luego agrégala a la mezcla del bizcocho y mezcla delicadamente.
- Vierta inmediatamente la mezcla del pastel en el molde preparado, luego golpee el molde tres veces sobre una superficie plana.
- Coloque la sartén en el horno precalentado durante 35 a 45 minutos, verificando que esté cocida con un palillo de madera.
- Invierte el bizcocho o retíralo del molde tirando de los bordes del papel pergamino, luego déjalo enfriar completamente sobre una rejilla.
- Luego córtalo en capas y decóralo con crema de vainilla o chocolate, luego cúbrelo con la superficie y agrega algunas frutas según tu preferencia, o disfrútalo tal cual con té.
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