Moverse durante el día
No hace falta correr una maratón: caminar, montar en bicicleta o subir escaleras es suficiente para activar la circulación. Y si pasas mucho tiempo sentado, levántate cada 30 minutos.
Eleva las piernas
Frente al televisor o en la cama, coloque un cojín debajo de las pantorrillas para facilitar el retorno venoso.
Masajea tus piernas
Un pequeño masaje con aceite esencial de lavanda puede hacer maravillas para relajar los músculos.
¿Qué pasa si un calambre te sorprende durante la noche?
- Estírate inmediatamente: tira suavemente de los dedos del pie hacia ti.
- Masajear el músculo contraído.
- Aplicar calor o frío: una toalla caliente o una bolsa de hielo pueden ayudar.
Los calambres nocturnos no son inevitables. Adoptando unos sencillos hábitos y escuchando a tu cuerpo, puedes mejorar notablemente tus noches. Y si persisten a pesar de todo, no dudes en consultar con un profesional de la salud. Tus noches merecen paz y tranquilidad… ¡no calambres
Continúa en la siguiente página
ADVERTISEMENT