ADVERTISEMENT

ADVERTISEMENT

ADVERTISEMENT

El inesperado método de almacenamiento de cebollas de invierno que lo cambió todo

El invierno trae consigo el desafío de mantener frescas nuestras verduras favoritas, especialmente aquellas que utilizamos a diario como las cebollas. ¿Quién hubiera pensado que existía un método para almacenar cebollas para el invierno que no sólo conserva su frescura sino que también las hace disponibles para sus necesidades culinarias? Como muchos, me sorprendió descubrir esta técnica, pero después de haberla probado, se ha convertido en una tradición anual en mi cocina.

Descubriendo el secreto: El método es maravillosamente simple y efectivo. Se trata de almacenar las cebollas de forma que permitan la circulación del aire, evitando así que se ablanden o broten prematuramente. La sorpresa no está sólo en lo bien que se conservan las cebollas, sino también en la facilidad para acceder a ellas durante los meses de invierno.

Cómo está hecho:

Seleccionar las cebollas adecuadas: comience con cebollas firmes y secas. La humedad es el enemigo aquí, así que asegúrese de que las cebollas estén bien curadas antes de guardarlas.
Preparación para el almacenamiento: La clave está en la preparación. Cada cebolla se envuelve individualmente en papel (el periódico viejo funciona de maravilla) o se coloca en bolsas de malla. Este método garantiza que si una cebolla empieza a echarse a perder, no afecte a las demás.
Elegir el lugar correcto: guarde las cebollas envueltas en un lugar fresco y seco. Un sótano o una despensa pueden ser ideales. El objetivo es mantenerlos a una temperatura constante que sea fresca pero no fría.

Continúa en la siguiente página

Continúa en la siguiente página

ADVERTISEMENT

ADVERTISEMENT

Leave a Comment