2. “Al menos vivieron una larga vida”.
Aunque la edad puede ser un factor de aceptación, ninguna cantidad de tiempo facilita la pérdida de alguien. Suponer que su longevidad, de alguna manera, facilita la muerte puede ser doloroso. El duelo no tiene fecha de caducidad, y decir esto podría hacer que quien lo sufre se sienta culpable por sentir tristeza, como si debiera estar más “agradecido” que desconsolado.
Qué decir en su lugar:
«Tocaron tantas vidas. Sé que significaron mucho para ti». Reconoce la pérdida sin compararla ni minimizarla.
3. “Sé exactamente cómo te sientes”.
Incluso si has lidiado con una pérdida similar, el duelo es profundamente personal y varía de persona a persona. Decir “Sé cómo te sientes” puede hacer que la conversación gire en torno a ti, en lugar de a la persona que está de duelo. También puede parecer arrogante o despiadado si tu relación con la pérdida es diferente a la de la otra persona.
Qué decir en su lugar:
“No puedo imaginar por lo que estás pasando, pero estoy aquí para ayudarte”. Mostrar apoyo sin hacer suposiciones es de gran ayuda.
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