Etiquetar y Congelar: Marcar las bolsas con la fecha. Los plátanos congelados pueden durar hasta dos años sin una pérdida significativa de sabor o textura.
Secar Plátanos:
Prepare rodajas de plátano: corte los plátanos pelados en rodajas finas.
Organizar en bandejas deshidratadoras: Extienda las rebanadas en bandejas deshidratadoras, asegurándose de que no se superpongan.
Deshidratar: Sigue las instrucciones de tu deshidratador para secar las rodajas de plátano hasta que estén completamente secas y algo coriáceas.
Almacenar en recipientes herméticos: una vez enfriadas, coloque las rodajas de plátano secas en recipientes herméticos. Almacenados en un lugar fresco y oscuro, pueden durar hasta dos años.
Uso de plátanos almacenados: Los plátanos congelados son perfectos para batidos, horneados o incluso como refrigerio frío durante los meses calurosos. Los plátanos secos son un excelente refrigerio portátil, son excelentes en cereales o se pueden rehidratar para usarlos en recetas.
Al dominar estas técnicas de almacenamiento, podrás transformar la forma en que usas y disfrutas los plátanos. Estos métodos no sólo prolongan su vida útil, sino que también mejoran su sabor, lo que los convierte en un complemento sabroso para diversos platos y refrigerios. Pruebe este enfoque y es posible que disfrute de los plátanos de una manera completamente nueva.
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