Te ayuda a respirar mejor:
¿Sientes congestión y dolor de garganta debido a un resfriado? El laurel puede aliviarte.
En lugar de quemar la hoja de laurel, otra opción es dejarla remojando en un vaso de agua durante la noche.
Luego, puedes verter el líquido en un humidificador que dispersará el aroma conservando sus propiedades beneficiosas.
Perfumar y aromatizar la casa:
Usar hojas de laurel quemadas en casa es más efectivo que utilizar un ambientador comercial.
El laurel tiene un aroma ligeramente picante, pero siempre agradable. Al quemarse, este aroma se dispersa en el aire y neutraliza otros olores, además de ser duradero.
En este proceso es importante distribuir adecuadamente el humo en las estancias y evitar llamas intensas que pueden, en cambio, generar un desagradable olor a quemado.
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